Saturday, February 21, 2009

Altius, Citius, Fortius


Extractro del libro del abuelo y del padre:

"Como no me voy a acordar de él. Si era el primerito en todo. No tienes una idea de que tan rápido y que tan hábil era para cada cosa que se nos pudiera ocurrir de niños. Todavía recuerdo los conocidos juegos tontos y los viejos juegos complejos en los que muchos de nosotros ni siquiera dábamos una. Y claro él muy cabrón dándole duro y siendo el más chingón sin duda. Pero ahí lo tiene usted, él que más rápido corre, más rápido termina la carrera.

Sólo tenía un competidor real, por así decirlo, y ni ese chango podía con la carrilla si los ponías lado a lado y los comparabas, la neta. Cuantas comparaciones tuvo que aguantar la raza sin amargarse a pesar de que sabíamos que nadie podía ganarle nunca: deportes, carreritas, fuerza bruta, luchitas, quien visitó el primer taibol, quien tuvo el primer pelo púbico, la primera barba, quien se cogió la primera vieja.

No hay duda que la infancia es un polimorfismo simiesco, un conglomerado salvaje de mente prehistórica y cuerpo evolucionado, en su penúltima etapa más frágil. Pero ahí tiene usted, el primero en crecer, es también el primero en terminar de crecer, y esto fue cierto en más de un sentido, por más gacho que se oiga.

Y uno apenas podía evitar su “zancadilla” gracias a la brillantez o al miedo que la providencia le entregó a cada uno, mente seccionada, cuestionada por la misma opacidad distractora que existe por una razón u otra. Porque de la fuerza no quedaba nada, no había nada que hacer, toda la fuerza la manejaba él solo, y la distribuía y la usaba a su antojo, como el más fuerte debe de hacer. Pero ahí tiene usted, el más fuerte hombre primitivo es nada contra la tecnología.
Contra el metal. El metal que en una era dispuso la diferencia entre el pasado ignominioso y el futuro brillante –tan brillante como el mismo metal bruñido– y que es apenas comparable en su función de parte aguas con la rueda y el fuego. Regalos de los Dioses al fin. Pero ahí tiene usted, así como las deidades nos lo dieron, así también nos lo quitaron."

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